A la hora de una comida es importante saber diferenciar entre un vino de aperitivo y otro que maride mejor con los platos principales. Estos vinos existen hace muchos años y se combinan también con otros alcoholes.
Los vinos de aperitivo son ideales para acompañar las entradas, tapas o pinchos que nos sirvan para abrirnos el apetito antes de las comidas. En líneas generales, las opciones más adecuadas están dentro de los siguientes
- Blancos jóvenes: Los blancos jóvenes, frescos y directos, sin paso por madera, son grandes aliados de la instancia del aperitivo.
- Rosados: Los rosados secos y frutales, con acidez pronunciada, también son una gran alternativa para dar inicio a una comida.
- Espumantes: Los espumantes con poco contenido de azúcar, de burbujas finas y definidas, también son perfectos para dar paso al apetito.
- Tintos ligeros: Si el almuerzo o cena continuará con vinos tintos, también es posible elegir como aperitivos tintos jóvenes, livianos y de paso ágil, sin demasiadas complejidades.
Aperitivos con vino más populares:
- Vermut: Posiblemente la estrella de las bebidas aperitivos que cuenta con una base de vino, tiene además hierbas, ajenjo y otras sustancias amargas. Es presentado en tres variedades diferentes: blanco dulce, blanco seco y tinto.
- Jerez: Vino producido con uvas maduras, existen diferentes tipos: oloroso, manzanilla, fino o amontillado son algunos ejemplos.
- Oporto: Vino portugués oscuro y de fuerte sabor. El seco suele utilizarse como aperitivo, mientras que el dulce se utiliza más para acompañar postres.
Las otras bebidas aperitivos sin base de vino son:
- Campari: Una bebida italiana refrescante, tonificante y con una graduación alcohólica de grado medio. Generalmente se toma con jugo de naranja natural o similar.
- Bitters: Es un aperitivo amargo con una base de alcohol, hierbas y extractos frutales, su función además del sabor es dar aroma al cóctel. Es el complemento ideal para poder hacer un trago como un experto.
FUENTE:
www.guarda14.com