Hasta hace dos décadas parecía extraña la posibilidad de producir vino en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la vitivinicultura comenzó a desarrollarse y ya son varios los emprendimientos que ofrecen sus productos y reciben visitantes para mostrar cómo es el proceso de elaboración.
Las primeras experiencias se llevaron adelante en los inicios de este siglo en el sudoeste bonaerense y luego, con los años, se extendieron hacia otras zonas. Según explica Daniel Di Nucci de Al Este bodega y viñedos, ubicada en la ciudad de Médanos, partido de Villarino, la vitivinicultura estuvo prohibida en tierras bonaerenses a partir de la década del 30 y hasta 1997, porque se buscaba proteger las economías regionales de Cuyo. A mediados de la década del 90 esa restricción quedó sin efecto y muchos retomaron la actividad. Hoy, hay numerosas bodegas a lo largo de toda la provincia. Veamos.
Bodegas bonaerenses
Al Este bodega y viñedos Ubicada en Villarino, produce diferentes varietales: malbec, cabernet sauvignon, merlot y tannat, en la gama de tintos; chardonnay y sauvignon blanc, en la de los blancos. Las plantaciones experimentales comenzaron en el 2000 y en 2009, el chardonnay fue reconocido con una medalla de plata en el certamen internacional Decanter World Wine Awards. Los vinos de esta bodega se comercializan en Rosario (Santa Fe), Ushuaia (Tierra del Fuego), Ciudad de Buenos Aires y Bahía Blanca.
Cordón Blanco
Matías Lucas, junto con sus hermanos Valeria y Mariano, empezó con este proyecto en Tandil, en 2008 cuando su profesor de enología le sugirió que este territorio podría ser una “zona amigable” para la viticultura. En ese trayecto, se desarrollaron los viñedos “La Elena”, y luego en 2011, “Don Bosco”. Ambos se encuentran a 260 metros sobre el nivel del mar, en un clima de gran amplitud térmica, viento y lluvias repartidas, por eso implementaron el trabajo en secano, es decir, sin riego. En el primero de los viñedos se produce merlot, sauvignon blanc y cabernet franc, mientras que en el segundo se elaboran syrah, sauvignon blanc y carmenere.
Trapiche Costa y Pampa
Trapiche es reconocida a nivel mundial por la calidad de sus vides. Recibió premios internacionales de todo tipo. Está presente tanto en Maipú (Mendoza), como a 6 kilómetros del mar con una bodega ubicada entre las suaves dunas de Chapadmalal. Allí ofrece una amplia variedad de actividades para conocer la historia del lugar, recorrer los viñedos y participar de degustaciones. Entre las propuestas se destaca el picnic con una canasta de quesos y una botella de la bodega.
Finca Don Atilio
El proyecto se remonta a 2011 con la implantación de la primera etapa del viñedo en Uribelarrea, Cañuelas, que al año siguiente fue inscripto en el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Las dos hectáreas están cultivadas con syrah, merlot, sauvignon blanc, pinot noir y principalmente uvas tintas tannat, las que más se adaptan al clima de la región. Para la elaboración del vino no se utilizan aditivos; se optó por el camino tradicional heredado de los antepasados de cosechar, moler las uvas y pasar al proceso de fermentación.
Cooperativa de la Costa de Berisso
La producción de vino de la Costa de Berisso data de 1940. Este proyecto volvió a tomar cuerpo a principios del 2000 cuando se impulsó su reactivación. Cuatro años después se formó la cooperativa, co-responsable de la organización de la fiesta provincial Vino de la Costa, que se realiza en julio todos los años. En 2008 se terminó la construcción de la sala elaboradora de vinos. La mayoría de las producciones son familiares, en superficies pequeñas y con una alta diversidad de cultivos. Hay vides, pero también se plantan ciruelos, higos, peras, mimbre.
Bodega Saldungaray
Los primeros vinos de la localidad de Saldungaray, en Sierra de la Ventana, aparecieron en 2007. Hoy, la bodega del mismo nombre, comercializa en bodega, online y en vinotecas o restaurantes. Hay una línea de seis vinos jóvenes con madera, que incluye un vino blanco, uno rosado, tres vinos tintos varietales, un blend y un vino espumoso elaborado con método tradicional. También cultivan frutales con los que elaboran mermeladas en la dulcería artesanal y tiene una línea de cremas humectantes hechas con aceite de semilla de uva y extracto de vino, cuyas fragancias están relacionadas a las de sus bebidas.
La bodega puede visitarse todo el año.
FUENTE:
www.clarin.com